viernes, 9 de mayo de 2014

LLEGA EL CÚLMEN DE LA PASARELA

El tercer día de desfiles volvió a sorprendernos a base de diseños atrevidos tanto en vestidos de novia como de fiesta, aunque vimos repetidos ciertos detalles de días anteriores que marcan, de esta manera, las tendencias más fijas.



CYMBELINE

La firma francesa se centró en una colección “pink”, que abarcó desde los vestidos hasta el maquillaje. Tejidos como el calais o el chantilly fueron los protagonistas destacados junto con las sedas, crepés y mikados. Maxi perlas como las de Rosa Clará y peinados castizos muy parecidos a los que vimos ayer con Vitorio y Lucchino con muchísimo volumen en la nuca. Escotes strapless e incluso manga larga junto con el corte sirena se han repetido durante todo el desfile. En cuanto a los colores, se han colado, y de manera intensa, llegando a ver tonos desde el nude hasta el fucsia y detalles en esos mismos colores.













ISABEL ZAPARDEIZ

Arriesgada. La diseñadora vasca protagonizó uno de los desfiles más bellos que ha pasado por esta edición de la Pasarela Gaudí con música en directo de la soprano Elena Babé. Las tendencias han sido infinitas: capas cortas, espaldas abiertas, tirantes de cristal, tocados de strass en forma de gota, colores azueles, arena o gris piedra, zapatos con plumas… No ha dejado nada fuera de su sitio. Entre los tejidos destacan los adamascados, flocados y mikados de seda en las prendas con más volumen y muselinas de seda, chantilly y plumetti en las más vaporosas. No podían faltar las novias con tatuajes.








ANA TORRES

La colección de fiesta de Ana torres destacó por sus elegancia, calidad y saber hacer, con una apuesta llena de colores vibrantes y pinceladas en forma de accesorios, apliques y vestidos-joya. Se centra en líneas fluidas y sinuosas a base de muselina, plumetti y suntuosos bordados en forma de lluvia de cristales. Un guiño al sur gracias a los volantes y a los flecos. La paleta de colores ha sido en tonos pastel, destacando el coral tan de moda.








FRANC SARABIA Y FRANCIS MONTESINOS

El diseñador desfiló junto con Francis Montesinos con trajes de corte tradicional y mucho mucho sabor español. Apuesta por el velo largo rematado en puntillas de encaje junto con tejidos también de encaje a conjunto con transparencias, camisolas de gasa y una deslumbrante camelia de pedrería. La tendencia para el vestido de noche ha sido la de los tirantes cruzados a la espalda, bordados de cristal y fular de gasa a juego. No han faltados las invitadas y las madrinas con tendencias cóctel en las que no ha podido faltar la mantilla. Amplia paleta de colores en la que tampoco podía faltar el coral o el azul noche.











MATILDE CANO Y JORDI DALMAU

Los diseñadores también desfilaron de forma conjunta con una colección inspirada en el más puro barroco italiano y, en concreto, en Venecia. Pedrería bordada, tejidos nobles, detalles dorados, tonos empolvados y el banco y el negro han sido las líneas que han definido su colección. Jordi Dalmau ha presentado una puesta en escena espectacular, con bailarinas y una pequeña película que él mismo protagonizaba. Su punto fuerte han sido los vestidos desmontables que permitían curiosos efectos ópticos, corpiños y amplias falas de tul que escondían minis. Brocados, transparencias y escotes de vértigo.













HANNIBAL LAGUNA

El veterano Hannibal Laguna apostó por vestidos ceñidos a la cintura inspirados en diseños de las novias de los 50’. Apuesta por el guipur troquelado y las gracelas de encaje como forma de complementar los vestidos. Escotes y bajos acabados en puntillas de encaje. “Love & Love” es el nombre escogido, una colección pensada para enamorar, sin sorpresas, con toques muy románticos y cuerpos entallados.













PATRICIA AVEDAÑO

El desfile de Patricia Avedaño destacó por una explosión de color: malvas, azulones, verdes, rojos y tonos pastel como mentas, celestes y rosas. Líneas sencillas y atemporales con cortes precisos y faldas vaporosas que marcan la cintura y realzan los vestidos.












SONIA PEÑA

El día lo cerraba Sonia Peña con un homenaje a la década de los 30 que parte del mítico club neoyorkino Cotton Club. Vestidos con caídas rectas y talles bajos, sinuosos escotes en la espalda, tejidos soft y bronces de cristal, aunque no podían faltar los crepés de seda, los brocados y los encajes. Colores entre el negro y el visón fueron los grandes protagonistas.











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